A pesar de que las nuevas olas del coronavirus han provocado de nuevo restricciones, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) recientemente aumentó su previsión del consumo de petróleo este año.
Se espera que hasta el cuarto trimestre haya una demanda de 99 millones de barriles diarios, con una hipótesis optimista ya que la expectativa es que a finales del año, la mayoría de las poblaciones en países con una economía avanzada esté vacunada.
Junto a estas previsiones de la OPEP, ha habido un alza en los precios del barril del petróleo; aunque el mercado sigue en observación por diversos factores, uno de los más importantes es el impacto de la pandemia.
No obstante, se espera un repunte en los consumos de mercados gigantes, como Estados Unidos y China, esto sobre todo a la recuperación económica que comienza a verse en algunos lugares y que es más rápida de lo previsto.
A mediano plazo, British Petroleum considera que al mundo le espera, al menos, otra década de aumento en la demanda del combustible e incluso, en el escenario optimista en que se alcancen las emisiones cero en 2050, estima que al menos 600 mil millones de barriles de petróleo se usarán para entonces.
De ahí que haya aún nuevos proyectos de perforación, procesamiento y comercialización del crudo, como el de la empresa francesa Total que ha autorizado un megaproyecto al este de África: la explotación en Uganda y su transportación por oleoducto a un puerto de Tanzania.
Estas noticias no incentivan únicamente al sector, sino que motivan a que siga de cerca el desarrollo de alternativas energéticas y a las nuevas tecnologías que disminuyan las emisiones contaminantes. Hay un panorama positivo para la industria del petróleo, a pesar de todas las adversidades.
Asimismo, hay que hablar sobre los esfuerzos de esta industria por ser un mejor referente en el cuidado ambiental. En los últimos años, la industria petrolera se ha planteado seriamente la manera de reducir sus efectos nocivos en la producción de una materia prima tan preciada y útil alrededor del mundo.
Te comparto aquí tres medidas por las que el sector de oil & gas ha apostado para transitar hacia un actuar más ecológico:
1. La ecoinnovación se ha integrado en varios procesos y modelos de negocio de empresas petroleras. Este concepto alude a una cadena de producción con un impacto reducido en el ambiente.
2. Varias empresas petroleras han optado por la adopción de sistemas de gestión ambiental. Esta estrategia apuesta a mejorar los lineamientos ambientales y la utilización de los recursos, al tiempo que mejora las metas económicas.
3. También hay petroleras que desarrollan programas de energía sostenible, para investigar las alternativas energéticas y poner la sostenibilidad como eje de las operaciones. Sobre todo, se trata de minimizar el impacto ambiental y en las comunidades en las que se desarrolla la actividad.
Cada vez es más evidente que al grueso de la población mundial le interesa un mejor planeta, por ello el sector de hidrocarburos ha buscado la manera de reducir los efectos dañinos y convertirse en un ramo con más conciencia ecológica.